Proceso de roscado interno
El roscado consiste en la mecanización helicoidal interior (tuercas)
y exterior (tornillos) sobre una superficie cilíndrica. Este tipo de sistemas
de unión y sujeción (roscas) está presente en todos los sectores industriales
en los que se trabaja con materia metálica.
La superficie roscada es una superficie helicoidal, engendrada por
un perfil determinado, cuyo plano contiene el eje y describe una trayectoria
helicoidal cilíndrica alrededor de este eje.
El roscado se puede efectuar con herramientas manuales o se puede
efectuar en máquinas tanto taladradoras y fresadoras, como en tornos. Para el
roscado manual se utilizan machos y terrajas.
Los machos y terrajas son herramientas de corte usadas para
mecanizar las roscas de tornillos y tuercas en componentes sólidos tales como,
metales, madera, y plástico.
Un macho se utiliza para roscar la parte hembra del acoplamiento
(por ejemplo una tuerca). Una terraja se utiliza para roscar la porción macho
del par de acoplamiento (por ejemplo un perno).
En las industrias y talleres de mecanizado es más común roscar
agujeros en el cual se atornilla un perno que crear el tornillo que se
atornilla en un agujero, porque generalmente los tornillos se adquieren en las
ferreterías y su producción industrial tiene otro proceso diferente. Por esta
razón los machos están más a menudo disponibles y se utilizan más.
Para las grandes producciones de roscados tanto machos como hembras
se utiliza el roscado por laminación cuando el material de la pieza lo permite.
Características de una rosca
Tipo de rosca: Hay diferentes tipos de rosca que difieren en la forma geométrica de su filete, pueden ser triangulares, cuadrada, trapezoidal, redonda, diente de sierra, etc.
Paso: Es la distancia que hay entre dos filetes consecutivos. Los pasos de rosca están normalizados de acuerdo al sistema de rosca que se aplique.
Diámetro exterior de la rosca: Es el diámetro exterior del tornillo. También están normalizados de acuerdo al sistema de rosca que se utilice.
Diámetro interior o de fondo: El diámetro menor se toma a la inversa entre la tuerca y el tornillo. En el tornillo el diámetro menor se toma sobre el valle o fondo del filete y en la tuerca sobre la cresta.
Diámetro de flanco o medio: Existe por tanto, un punto donde el filete y el vano tienen el mismo ancho, al cual se le llama punto medio del flanco, y al diámetro correspondiante.
Ángulo de la hélice de la rosca:
Los sistemas principales de roscas para tornillos son: MÉTRICA, WHITWORTH, SELLERS, GAS, SAE, UNF, etc. en sus versiones de paso normal o de paso fino.
Proceso de roscado interno:
Taladrado previo: Se marca y taladra la pieza con el diámetro adecuado en función del
tamaño de la rosca. ( Se determina mediante cálculos o buscando en tablas)
Se limpia y lubrica la zona a roscar para disminuir el rozamiento y se procede al
achaflanado, que consiste en hacer a los dos lados del agujero un chaflán de 120º
para facilitar la entrada del macho y evitar las rebabas.
Se coloca el primer macho (suele estar marcado con un único anillo) en el maneral,
procurando siempre que quede perpendicular al agujero. Este macho inicia y guía la
rosca. Para hacerlo adecuadamente, giramos dos veces hacia delante y una hacia atrás
(para desenganchar la viruta).
• Pasamos el segundo macho (este tiene dos anillos) girando una vuelta hacia delante y
media hacia atrás. Este segundo macho desbasta la rosca
• Por último pasamos el tercer macho (este ya no tiene ningún anillo). Este pule y calibra
la rosca.
Precauciones
Cuando rosquemos tenemos que tener en cuenta las siguientes precauciones:
• Siempre hay que sujetar firmemente la pieza a roscar.
• Si la rosca es "pasante" (atraviesa la pieza), el macho de roscar tiene que poder salir
libremente por el otro lado.
• Si la rosca es "ciega" (no tiene salida al exterior) tenemos que hacer el taladro un poco
más largo (dependiendo del diámetro de la rosca), de forma que dejemos hueco a la
punta del macho que no rosca. Nunca hay que forzar más allá de este punto ya que
romperíamos la rosca.
• Las roscas en aluminio son muy delicadas (de forma profesional se refuerzan poniendo
un helicoide de acero en su interior), nunca hay que forzarlas ni con el macho ni con el
tornillo.
• Durante todo el proceso hay que lubricar con aceite (el adecuado a cada material) para
facilitar el paso de la herramienta al arrancar la viruta y para obtener un buen acabado
de rosca.
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